Muerte de la Luz, de George RR Martin

“Dirk supo que debía marcharse o moriría allí. Durante un rato estuvo pensado en esa posibilidad; Morir parecía una idea excelente, pero no le convencía del todo. Pensó en Gwen”.

Hubo un tiempo en que Gerge RR Martin no era un autor de fama mundial, sino más bien un oscuro escritor de culto. Durante años, Dying of the Light fue en España una especie de joya medio escondida, incluso habiéndose traducido ya en 1979. Se mencionaba como favorito, pero en realidad pocos lo habían leído.

Martin eligió con audacia el título a partir de un célebre verso de Dylan Thomas (Rage, rage against the Dying of the Light), y nos presenta un escenario tan ominoso como impresionante. La historia gira en torno a dos antiguos amantes, Dirk t’Larien y Gwen Delvano, y se desenvuelve en un rogue planet o planeta errabundo, llamado Worlorn. ¿Qué es un planeta errabundo? Pues uno que no orbita en torno a ninguna estrella, sino que se encuentra perdido en el profundo espacio entre estrellas, excepto en aquellos momentos en que se acerca temporalmente a la proximidad de algún cuerpo estelar. Los planetas errabundos no son ficción. Existen en realidad, y muchos ya han sido identificados (aunque ninguno todavía en 1977, cuando DOTL se publicó por vez primera).

Dirk viaja a Worlorn para reunirse con Gwen, años después de que terminara su historia de amor. El planeta había sido terraformado (es decir, tecnológicamente transformado en un lugar habitable para los humanos). De manera algo caprichosa, pues se hizo con el único propósito de celebrar en él un gran Festival de las Culturas: las de los 14 planetas exteriores, todos habitados por humanos con sus ricas y diferentes antropologías. La terraformación se llevó a cabo aprovechando que Worlorn iba a estar, durante unas pocas décadas, en la proximidad de un grupo de estrellas, recibiendo así la luz del día.

Pero ahora el Festival ha terminado y la luz se está extinguiendo, a medida que Worlorn vuelve a internarse en el vacío interestelar. Por la superficie planetaria se diseminan las ciudades abandonadas; y se extienden el hielo, la descomposición y la muerte. Este es el lugar sombrío al que Gwen le pide a Dirk que se traslade, después de años de no escuchar una palabra de ella. DOTL es una love story, está claro. Con historias así, podríamos dar con un nuevo subgénero CF (ciencia ficción romántica), pero DOTL es también aventura, violencia y una especie de constante fiesta antropológica. El universo de Dying of the Light es similar al de las Fundaciones de Asimov en el sentido de hallarse poblado íntegramente por humanos, todos originarios de la Vieja Tierra; tampoco aquí hay transformación ni mejora genética de ninguna clase, y así la condición humana permanece sin cambios, perfectamente reconocible.

Dying of the Light es early George RR Martin. Larteyn, ciudad de Worlorn inspirada en High Kavalaan (uno de los 14 planetas exteriores), con su cultura viril de tipo medieval, de clanes enfrentados y antiguos códigos de honor, podría darle al lector un primer indicio de la futura Game of Thrones.

Foto: Muerte de la Luz. Gigamesh. Barcelona, ​​2011. Traducido por Carlos Gardini.

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